Empecemos por los requisitos que hay que seguir durante la fase de diseño:
Las paredes de las duchas deben montarse sobre unidades de mampostería alicatadas o sobre paredes con características de resistencia mecánica para las que han sido probadas. Deben evitarse los materiales blandos debido a su reducida resistencia mecánica y también los materiales porosos debido a los problemas de infiltración.
Además, las paredes de las duchas deben estar en una posición tal que, al abrirse la pared (ya sea hacia el interior o hacia el exterior), se evite el contacto con objetos duros del mobiliario del baño (lavabo, bidé, sanitarios, grifos, etc.).
En cuanto al plato de ducha, de acuerdo con la norma UNI EN 14527, debe instalarse a nivel y ser adecuado para evitar la acumulación de agua. La anchura del borde, cuando lo haya, deberá ser tal que proporcione una barrera suficiente para impedir la salida de gotas de rebote, evitando al mismo tiempo la acumulación de agua en el borde y la superficie del plato de ducha.
La zona de instalación de la mampara de ducha debe ser lisa y plana para garantizar una adecuada estanqueidad. En correspondencia con los revestimientos especiales de piedra natural o los que tienen un perfil elevado (no liso) o los revestimientos de mosaico, es necesario prestar atención a la planicidad durante la instalación.
La instalación de las paredes de la ducha se llevará a cabo de acuerdo con las instrucciones del fabricante; el instalador se asegurará de que los bienes del cliente, como los perfiles metálicos, que son sensibles a sustancias como la cal, no se dañen durante la fase de instalación.
Todo el sellado debe garantizar la estanqueidad, la resistencia a la infiltración y la durabilidad necesarias para la funcionalidad de la cabina.